
El día viernes 23 de mayo, visitamos el convento de Santo Domingo. Cuando bajamos a la parte donde está actualmente enterrada Santa Rosa de Lima, me sorprendió que hubiera un cartelito en cual decía: “Prohibido escribir en las paredes”. A primera vista me pareció tan desubicado el aviso porque yo pensaba a quién se le ocurriría escribir en un lugar santo. Pero al observar detenidamente esa pared noté unas marcas (en la parte inferior de la imagen), que me respondieron a mi interrogante.
¡Cómo es posible que haya personas que dañen santuarios! Esto me pareció totalmente indignante. Ahí se puede ver el nivel cultural o la falta de sentido de común que tienen muchos peruanos.
¡Cómo es posible que haya personas que dañen santuarios! Esto me pareció totalmente indignante. Ahí se puede ver el nivel cultural o la falta de sentido de común que tienen muchos peruanos.
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